Apuntes sobre el Día Internacional de la Fotografía

Apuntes sobre el Día Internacional de la Fotografía

Un arte y a la vez testimonio

El Día Internacional de la Fotografía rememora uno de los inventos que llevaron al ser humano a retratar el mundo. La creación de un procedimiento fotográfico a cargo de Louis Daguerre y Joseph Nicéphore Niépce provocó que la imagen se capturara en una superficie de plata. Siendo en 1839 que se daría a conocer al público y, posteriormente, se desarrollaría la fotografía.

La creación de la fotografía ofreció a las personas una mirada única del mundo que ha mostrado al ser humano y a la naturaleza en sus múltiples formas.

Anne Geddes, una de las fotógrafas más reconocidas, expresó que “las mejores imágenes son aquéllas que retienen su fuerza e impacto a través de los años, a pesar del número de veces que son vistas”. Es por eso que no podemos olvidar las fotografías de los obreros almorzando mientras construyen el Rockefeller Center de Nueva York, los Beatles cruzando por Abbey Road o el marinero besando a una enfermera en Times Square. Cada una de esas imágenes no solo retrata personas, sino momentos que muestran que, más allá de la banalidad, está la situación de los obreros o la esperada felicidad de una guerra que termina.

Sin embargo, la fotografía también ha aportado una gran cantidad de material que ayuda al conocimiento y reflexión de temas complejos. Un ejemplo de este trabajo es el de la fotoperiodista norteamericana Lynsey Addario, quien retrata aquello que la distancia y el peligro ocultan. Sus fotografías se ubican en zonas con conflictos armados como Afganistán, Iraq, Darfur, República del Congo, Haití y Oriente Medio.

La fortaleza de sus fotografías es que encuentra en las miradas y los cuerpos palabras que significan solo en el silencio, la represión.

La primera fotografía de la colección “The Displaced” retrata a una niña que sobresale del fondo, de su contexto, solo por un momento. Ella viste una blusa rosa y un chaleco de mezclilla. Su pose se encuentra entre el cansancio y la elegancia. Su rostro se percibe sobrio mientras que su mirada avanza a lo lejos. La segunda fotografía muestra a la misma niña con una gorra, guantes y ropa que la cubre casi por completo. Carga en el hombro una caja de plástico. Sus ojos miran al suelo. A los costados, una mujer y un hombre igualmente cubiertos sostienen cubetas. Los tres caminan en medio de un plantío y a lo lejos montañas que contrastan con el cielo. La tercera imagen muestra a la niña sentada a lado del marco de la puerta, en el umbral una sombra se proyecta como una mujer. El rostro de la niña no se hace presente, solo las luces y la oscuridad de la madrugada.

La serie de Lynsey Addario retrata la vida de Hanaa Abdullah, una niña siria de doce años que tiene que refugiarse en un asentamiento en Líbano porque en su país una guerra civil los acecha. La joven tiene que levantarse antes de que amanezca para ir a trabajar en plantíos de pepino con su familia y así poder ganar dinero para sobrevivir lejos su hogar. El trabajo fotográfico de Lynsey Addario es, sin duda, una manifestación que aprendió a gritar a través de la imagen. A denunciar la distancia entre las personas, pero, sobre todo, a reconstruir las voces de quienes lo perdieron todo.http://www.lynseyaddario.com— Gabriela Trinidad Baños para “El Macay en la cultura”

Fuentes: Diario de Yucatán