La presencia, en esta exposición, de la obra escultórica de Leonardo Nierman, tiene connotación especial por el número de piezas que la integran y porque podemos constatar lo que ha sido su aportación al lenguaje de las tres dimensiones.
Esta expresión aparece desde sus primeros pasos en el ámbito de las artes plásticas, a partir de la década de los sesentas, cuando realiza un mural en la Facultad de Comercio y Administración de Ciudad Universitaria, que le plantea problemas que resuelve con el auxilio de modelar figuras humanas que, refiere más tarde, serían vaciadas en plata y por ende constituyen la génesis de esta faceta de su quehacer.
Años más tarde reanuda esta actividad, ahora su enfoque es claro y, en paralelo a la temática de sus pinturas, son muestra de exacerbación sobre el sueño y ambición eterna del hombre: el vuelo.
Despegarse de su amada tierra y conquistar el espacio a símil de las aves, las narraciones de la mitología de todas las culturas, personajes como Icaro y la gama de seres que participan en la literatura cristiana: ángeles, arcángeles, serafines, querubines, la leyenda mesoamericana de la serpiente emplumada “Quetzalcóatl”. Todo ésto, sin pasar por alto los retos del siglo XVIII, con la aparición de los globos aerostáticos y, en tiempos cercanos de fines del siglo XIX, con la multiplicidad de aparatos antecesores inmediatos de lo que harían realidad los hermanos Wright en la primera década del siglo XX, para culminar con la llegada a la luna en 1969 del Apolo XI. Son estos sustratos, punto de referencia de su inagotable creación de obras que, a lo largo del tiempo, han conformado su discurso escultórico.
Diversos son los materiales empleados por el artista: mármoles, bronce, plata, oro, latón, acero inoxidable; este último es con el que se han realizado las más bellas obras, a decir de su creador, por ser con el que logra la adecuación perfecta al espíritu de ellas.
Un universo de formas y volúmenes dan paso a la aparición de aves, ángeles, arcángeles, victorias aladas, flamas, instrumentos musicales realizados en múltiples dimensiones, así como diversos han sido los espacios y el destino final de éstas: Universidades, Salas de Conciertos, Centros de Investigación, Bibliotecas, Espacios Culturales, Atrios, Parques. Asimismo, plazas en puntos relevantes del orbe: Canadá, Estados Unidos de Norteamérica, Ecuador, España, Israel, Lituania, etc.
La colección huésped del Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán, es testimonio del sitio que entre los grandes creadores del arte contemporáneo ocupa el maestro Leonardo Nierman.
Rodolfo Rivera González
Fundación “Expresiones Hoy y Mañana del Arte”
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